Asegúrese de que el producto final de todo proceso de mapeo sea uno que el PICL pueda guardar y usar. Por ejemplo, es posible que un PICL no cuente con un buen lugar para guardar mapas en papel o tenga limitaciones tecnológicas para acceder y usar datos de sistemas de información geográfica. De ser así, considere la posibilidad de ofrecer apoyo financiero para crear un sistema que permita guardar y administrar datos.