El PICL puede decir libremente «sí», «no», «sí, pero con condiciones», o «no, pero sigamos conversando» como respuesta a la presentación final. También podría indicar una falta de consentimiento al rechazar participar en conversaciones adicionales. Si el PICL declina participar, el personal debería respetar su decisión y dejar de comunicarse con el grupo. Si el PICL acepta partes del proyecto y rechaza otras, TNC debe comprender de manera exacta cuáles son aquellas partes aceptables y no aceptables. Escuchar atentamente al PICL e incorporar sus inquietudes y sugerencias al Acuerdo de consentimiento será de mucha ayuda para garantizar el éxito de la iniciativa[6].
El proceso de CLPI de TNC podría ser diferente de algunos procesos de CLPI gubernamentales que efectivamente son procesos de Consulta libre, previa e informada, en los que el estado es el que, en última instancia, toma la decisión final. Consulte el Anexo IV, Preguntas frecuentes sobre el CLPI donde se incluye un resumen de las diferencias entre consulta y consentimiento. Estos procesos pueden ser legítimos y compatibles con regímenes legales que respeten los derechos de los PICL Sin embargo, TNC, al igual que muchas entidades no gubernamentales, está comprometida a suspender iniciativas a menos que todos los PICL que se puedan ver afectados entreguen su Consentimiento libre, previo e informado.
Este compromiso no pone término a las conversaciones sobre el consentimiento; es posible que sigan apareciendo situaciones difíciles. Por ejemplo, ¿qué ocurriría si un PICL que se ve significativamente afectado diera su consentimiento y deseara proseguir, mientras que otro que se ve mucho menos afectado negara su consentimiento? ¿Y si un PICL que solo se verá afectado en forma mínima por un proyecto importante niega su consentimiento? ¿Qué hacer si un PICL sostiene que se verá afectado y exige un proceso de CLPI, pero el personal de TNC u otros observadores no consideran que esta exigencia es plausible?
Las respuestas no son simples. Cada caso debe abordarse en forma individual. Pero el personal de TNC jamás debería pensar que el consenso no es posible. La misión de TNC es la de conservar la tierra y el agua de la que dependen todos los seres vivientes. Los PICL comparten estos valores muchísimo más que la mayoría porque sus identidades a menudo están conectadas inexorablemente con la naturaleza. Las expresiones de estos valores en ocasiones pueden ser muy diferentes y, junto a arraigados sistemas opresivos, desequilibrios de poder y el legado del colonialismo, puede llevar a conflictos, tal y como ha ocurrido en el pasado en varias oportunidades entre los grupos de conservación y los PICL. El CLPI ofrece un camino optimista y más fiable hacia un futuro con resultados diferentes.